martes, 10 de enero de 2012

Quizás no tenga la cara más bonita y por ello no soy tan guapa como otras, no tenga los ojos más bonitos del mundo ni los labios tan carnosos, no tenga el pelo ideal ni el tono de piel adecuado. Tal vez no tenga esa sonrisa deslumbrante y a veces vaya echa un desastre mientras otras siempre van de punta en blanco. Quizás no sea tan alocada como antes y ahora llore más de lo que debería hacerlo, tal vez no dé mucha conversación cuando es necesario y no me calle cuando se debe. Puede que toda la energía que antes derrochaba ya ni siquiera la tenga. No soy perfecta, pero nadie lo es. La perfección depende de los ojos con los que te mire la otra persona. 
A veces pienso que ojalá fuese perfecta para ti, pero... sabes una cosa no lo quiero ser. Porque todo el mundo tiene defectos y si para ti no soy perfecta quizás sea porque ni yo soy para ti ni tu eres para mi y simplemente puede que nos hayamos empeñado en encajar dos piezas que ya hayan cambiado y ya no encajan.
Que cuando pones frases de amor y deseo ya no se si las dices por mi o por quien, y cuando se llega a ese punto de que ni siquiera sabes si le gustas a la otra persona es el momento de reflexionar.
Porque tal vez todo lo perfecta que era antes para ti ya no lo sea, pero yo no he cambiado sola sino que tú has sido quien ha hecho que cambie, pero sabes lo importante no es ser o dejar ser más o menos guapa, más o menos alta, más o menos flaca... Lo importante es que seas como seas la otra persona debe aceptarte y si no lo hace es porque realmente nada tiene sentido. 

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