jueves, 3 de noviembre de 2011

Lo llevo bastante mal. Eso de esperar a que suene el telefono con una llamada o un mensaje que signifique qu te has acordado de mi, o simplemente signifique que no tienes otro plan y que quieres mojar un rato. Y yo como una estúpida estoy disponible 24 horas para tí, porque ese mensaje o esa llamada puede llegar a las 3 de la madrugada que a mi me da igual, con tal de estar un rato a tu lado.
Nunca he dejado que me valoraran tan poco, pero cuando estoy contigo me haces creer que soy la princesa de tus sueños. Con tus palabras, tus caricias y esos detalles tuyos. Pero llega la mañana siguiete, me llevas a mi casa y espero como una idiota que llegue un mensaje diciéndome lo inolvidable que ha sido para ti también esta noche. Obviamente ese mensae no llega nunca y entonces me doy cuenta de lo gilipollas que estoy siendo. Y me prometo a mi misma que ni una vez más. Pero llega el fin de semana siguiente y vuelvo a tener noticias tuyas y se repite la misma historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario