martes, 13 de diciembre de 2011

Adoraba sentir esa sensación de estar enamorada, disfrutaba el hecho de sonreír sin motivo concreto, de tumbarme en la cama y mirar al techo vacío, y comenzar a imaginarme millones de cosas, escuchar música y que cada una de las canciones me hicieran pensar en él, recordar el mismo recuerdo hasta cien veces y revivirlo en mi cabeza, y esperar con ansias el momento de volver a verlo. Realmente me encantaba sentir ese cosquilleo en el estómago cada vez que hablaba con él. Bonito sentimiento ¿no es así? lastima que dure tan poco y termine tan diferente...

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